¿Cómo te interesaste en las carreras?

Desde pequeño crecí rodeado del automovilismo. Mi papá fue piloto desde joven, y ese mundo del motor siempre formó parte de mi entorno familiar. A los 11 años tuve la oportunidad de subirme por primera vez a un gokart, y ese día marcó un antes y un después en mi vida.

A pesar de no tener experiencia, logré mantenerme competitivo junto a pilotos profesionales que entrenaban ese día, demostrando un instinto natural para las frenadas y las líneas de carrera. Al ver esto, mi papá decidió apoyarme comprándome mi primer gokart. Así comenzó mi historia en el kartismo, y fue en ese momento cuando descubrí mi verdadera pasión y el deseo de convertirme en piloto profesional.

¿Cuál es tu circuito favorito?

Aunque crecí en el Autódromo Los Volcanes, en Guatemala donde aprendí prácticamente todo lo que sé y formé mis bases como piloto, mi circuito favorito en la vida real es el Autódromo Miguel E. Abed en Puebla, México. He tenido la suerte de correr ahí en varias ocasiones, y me encanta porque combina la velocidad de un óvalo con la técnica de un infield, lo que lo hace muy completo y desafiante.

En el simulador, mi pista favorita es Daytona en su configuración con infield, ya que ofrece una mezcla increíble de rectas rápidas y curvas técnicas. Mi segunda favorita es Spa-Francorchamps por lo exigente que es para cualquier piloto y sus curvas historicas y diferentes que no puedes encontrar en cualquier otra pista.

¿Cuál es tu objetivo para los próximos 2 años?

Mi principal objetivo es volver a consagrarme campeón en la Fórmula Mazda en Guatemala. Ya he logrado tres títulos nacionales en esta categoría, pero quiero seguir escribiendo historia y consolidarme como uno de los referentes del automovilismo nacional.

Además, estoy enfocado en retomar con fuerza mi participación en campeonatos virtuales de iRacing y posicionar nuevamente mi nombre en lo más alto del simracing competitivo. Otro de mis grandes objetivos es continuar representando a Guatemala en el extranjero, siendo invitado a competir en categorías internacionales y demostrando que el talento guatemalteco puede destacar en cualquier pista del mundo.

Si pudieras correr en cualquier categoría, ¿cuál sería?

Aunque muchos pilotos sueñan con llegar a la Fórmula 1, mi aspiración es distinta. Me encantaría competir en el WEC (World Endurance Championship), específicamente en la categoría GT3.

Me atrae mucho el tipo de competencia que se vive ahí: carreras intensas, de larga duración, donde la estrategia, la constancia y la habilidad del piloto marcan la diferencia.

Me apasionan esas categorías donde no todo depende del auto, sino que la destreza del piloto realmente se pone a prueba en cada vuelta, en cada duelo en pista. Es ese tipo de desafío el que me motiva y al que aspiro llegar.

¿Qué le dirías a alguien que quiere empezar en el sim racing pero no sabe por dónde?

Comiencen con juegos más accesibles y amigables, como Gran Turismo o el juego de Fórmula 1. Estos títulos, aunque son arcade, son excelentes para aprender conceptos básicos y empezar a familiarizarse con el automovilismo virtual. Además, permiten desarrollar habilidades competitivas en un entorno menos complejo, ideal para quienes están dando sus primeros pasos.

Una clave fundamental es no quedarse corriendo solo contra la computadora. El verdadero aprendizaje viene al enfrentarse a otros pilotos reales, donde se desarrollan reflejos, estrategias y se aprende a manejar la presión. Cuando ya se domina lo básico y si el interés continúa, el siguiente paso es invertir en un simulador.

Esto permite una experiencia mucho más cercana a la realidad, y es aquí donde realmente se puede empezar a trasladar lo aprendido al automovilismo real. Una vez que te sientas listo, recomiendo dar el salto a simuladores más avanzados como iRacing o Assetto Corsa, donde el nivel de realismo es mucho mayor y el aprendizaje se vuelve aún más profundo.

¿Cómo te ayuda la simulación en tu entrenamiento?

Antes de la pandemia no había explorado realmente el valor del sim racing en el entrenamiento de un piloto. Fue durante ese período que se organizaron varios campeonatos nacionales en Gran Turismo, con más de 200 pilotos inscritos, entre ellos tanto pilotos profesionales como especialistas en simuladores. Participé en esos torneos y logré quedar subcampeón en el primero y campeón nacional en el segundo. Esa experiencia me abrió los ojos al enorme valor del sim racing como herramienta de desarrollo.

No solo pude aplicar mis conocimientos del automovilismo real al entorno virtual, sino que también descubrí cuánto podía aprender del sim racing para mejorar mi desempeño en pista. Desde entonces, he profundizado en plataformas más realistas como iRacing, que me permiten perfeccionar aún más mi técnica, mantenerme activo mentalmente entre carreras y seguir evolucionando como piloto profesional.

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